
Conviene ponerle nombre y apellido a los muertos, en un país donde se quiso que los 30.000 desaparecidos fueran sólo NN. Los fallecidos en el Norte fueron Félix Reyes, Ariel Farfán y Juan Velázquez, humildes que acampaban hace días en un terreno del Ingenio Ledesma; y el policía Alejandro Farfán. Eran jóvenes; Ariel tenía 17 años. Murieron por impactos de bala, disparados por los agentes que bien temprano, cuando aún no había luz natural, cayeron como un malón sobre los ocupantes. Entraron dispuestos a matar con tal de desalojar.
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