Ni Chile ni Argentina se convertirán en sociedades del norte ni del sur de Europa. La forma del capitalismo en las economías dependientes es la que existe. Sufrimos su especificidad y frontera. No avanza hacia el primer mundo. Por el contrario, el primer mundo ha sido y es posible en virtud de la división internacional del trabajo donde a Chile y a la Argentina se les impuso el saqueo de recursos naturales, el trabajo barato, el liberalismo llevado al dogma. Sólo existe una salida.
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